Se cuentan por varias decenas las mujeres y hombres que cada fin de semana se reunen en la plaza del barrio Isidro Quiroga, en el corazón de Comodoro. Venden ropa, verdaduras, calzados, de primera y segunda mano. Como en otras épocas el trueque es también la forma de comercialización. Una economía informal que a muchas familias les permite "llegar a fin de mes" y a otros vivir el día a día.
Incomodan. Primero al dueño de un supermercado que les pidió que se retiren del sector en el barrio Máximo Ábasolo, después a los vecinos que vieron amenazado el espacio público. Ahora son los vecinos del Isidro quienes piden que sean trasladados de una plaza desértica, a medio terminar y a pleno viento vaya saber a donde. Por ahora sólo sobreviven en la ciudad más rica de la Argentina, donde los esfuerzos dedicados al ocultamiento pierden la batalla de una realidad que se impone.
Incomodan. Primero al dueño de un supermercado que les pidió que se retiren del sector en el barrio Máximo Ábasolo, después a los vecinos que vieron amenazado el espacio público. Ahora son los vecinos del Isidro quienes piden que sean trasladados de una plaza desértica, a medio terminar y a pleno viento vaya saber a donde. Por ahora sólo sobreviven en la ciudad más rica de la Argentina, donde los esfuerzos dedicados al ocultamiento pierden la batalla de una realidad que se impone.
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