LAS OCUPACIONES COMO UN SINTOMA DE LA CIUDAD QUE COMIENZA A SENTIR LA CRISIS INTERNACIONAL
En los últimos dos meses se produjeron unas mil ocupaciones en diferentes puntos de la zona sur de la ciudad. San Cayetano, Quirno Costa, Máximo Abásolo, Moure, Abel Amaya, Stella Maris e Isidro Labrador son los lugares que registraron una ola de tomas que avanzó sobre tierras fiscales, que más allá de los deseos de los vecinos permanecían desocupadas, los espacios verdes tardaban varios años en ser construidos. Cabe aclarar que durante el año se dieron otras ocupaciones en otros sectores de la ciudad como Km 5, Sismográfica, Restinga Alí, Palazzo y Ciudadela.
Funcionarios, vecinalistas, dirigentes sociales juegan roles diferentes, algunos actúan asociados, y en las ocupaciones se habla de la promoción de la toma de tierras por parte de funcionarios y militantes políticos, hasta la determinación de tomar porque todos lo hacen, pero sobre todo por "necesidad".
En este marco desde el gobierno provincial, el responsable del Instituto Provincial de la Vivienda, Gustavo Moreno reconoció que la demanda habitacional en Comodoro ronda las 15 mil familias.
La primera ocupación se concretó en un macizo, ubicado entre Máximo Abásolo y San Cayetano, allí se asentaron unas 50 familias. Ese sector no es apto para su ocupación, al menos como está actualmente. Hace dos meses, y después de acusar a un vecinalista de ofrecer los terrenos y luego no concretar la entrega, los vecinos se organizaron, después de ser desalojados en una oportunidad por la policía. El tiempo pasó y las tomas se multiplicaron, e incluso se dieron antecedentes de ocupaciones simbólicas en tierras pertenecientes a funcionarios, empresarios de la ciudad, y hasta el cura Corti. Así se busca denunciar la ineficiente política de tierras, que encuentra su correspondencia con la realidad más allá de cualquier intención política partidaria. Curiosamente las ocupaciones se dieron en tierras fiscales, la policía sólo se limitó a tomar datos personales de las familias ocupantes y la justicia advirtió que no se está ante un delito penal sino civil. Por lo tanto instó al municipio a establecer acuerdos con los ocupantes, y esto implica incluso acuerdos económicos. En caso de que no hayan acuerdos el municipio podrá analizar otras opciones. Cabe aclarar que las tomas simbólicas, al menos la que se realizó sobre tierras de un familiar de ex funcionarios y reconocidos referentes del justiciliasmo, terminaron con el otorgamiento de tierras en otros sectores para los ocupantes.
En el medio el subsecretario de Tierras, Martín Galíndez, dejó su cargo pidiendo vacaciones, aunque hace meses ya se rumoreaba que el funcionario dejaba el área. Asumio Domingo Squillace, un joven cuya experiencia en la gestión se reduce al acompañamiento realizado al intendente, Martín Buzzi en sus funciones como ministro de la Producción. Al asumir no anunció ninguna reforma en la política de tierras del municipio y se limitó a expresar lo que ya decían los demás funcionarios. En las ocupaciones hay al menos dos interlocutores válidos: Josefina Bidondo y Ricardo Trovant, ambos funcionarios vienen ocupando cargos en el Municipio desde la gestión de Raúl Simoncini, actualmente en la Secretaría de Habitat. Sin embargo, hasta los punteros políticos hablan sobre la imposibilidad del actual gobierno de resolver el tema tierras y con sus familias salen a ocupar.
En este marco el intendente Buzzi anunció que se tomaría vacaciones, durante quince días en San Luís; en tanto el secretario de Gobierno, Guillermo Almirón, también se tomará quince días para pasear por la localidad cordillerana de Lago Puelo. El viceintendente, Sergio Bohe quedará a cargo de la intendencia y deberá resolver el tema junto a Squillace.
OCUPACIONES EN LA HISTORIA FAMILIAR
La historia familiar de muchos comoderenses se escribió sobre las bases de las tomas de tierras. En las ocupaciones es muy fuerte la presencia de padres que acompañan a sus hijos y los alientan a seguir adelante. Cuentan que en sus casas viven con los hijos y los nietos, pero la convivencia tiene un límite y es el espacio. Los testimonios cuentan de la imposibilidad de pagar alquileres de entre 1500 y 4000 pesos, el valor que tiene una vivienda con dos habitaciones en zonas no residenciales. Son trabajadores informales; despedidos de la pesca; el petroleo y la construcción; obreros de la construcción en actividad con sueldos de 700 pesos; empleados de comercio con salarios de 2 mil pesos, madres solteras sin trabajo. Se trata de personas jóvenes de entre 16 y 30 años, todos tienen hijos. En las charlas refutan el argumento de los funcionarios que afirman que "tienen un auto 0 km en la puerta porque no se compran una casa con eso". Brenda, una de las primeras ocupantes dijo "mi hermano vendió su auto, tenía 50 mil pesos en la mano, fue al municipio y le dijeron que no había tierra, en las inmbiliarias le vendían a 120 mil pesos, a 30 mil dólares y ningún tipo de financiamiento. No hay tierra con cuotas sociales, dicen que sacaron a la venta y puede ser que si pero eso no llega a solucionar el problema sino esto nunca hubiera ocurrido". Esta joven tiene apenas 22 años y un bebé, dice que antes de ocupar intentó comprar pero nunca lo consiguió, sostiene que pagará por la tierra ocupada.
En las ocupaciones también saben quienes toman por necesidad y quienes no. Pero el pacto de silencio es necesario para convivir. Ciertamente hay gente que ocupa para luego vender, son casos aislados y perfectamente identificables.
"CUSTODIOS DE LA TIERRA"
Así se denominaron quienes integran la quinta ocupación masiva en el San Cayetano, afirmaron que tenían tierras comprometidas y se las ocuparon. El secretario de gobierno, Guillermo Almiron dijo que esas ocupaciones eran "en apoyo al municipio". Los vecinalistas adoptaron la modalidad de enfrentar discursivamente a "los hijos del barrio" con "los que vienen de afuera, de otros barrios". En el Abel Amaya una familia ocupaba tierras con salitre tras intentar ocupar tierras en tres ocasiones, en diferentes puntos de la ciudad. Cuando se habla de los ocupantes los más bastardeados son los inmigrantes extranjeros. Los bolivianos se llevan la peor parte. Afirman que acceden a la tierra rápidamente y que "en dos patadas se hacen la casa, tienen luz y agua". Como cualquier otro ocupante los bolivianos del Moure, Abel Amaya y Extensión del San Cayetano resistieron, incluso los desalojos y se quedaron hasta que les dieron las tierras. Construyen las viviendas en forma colectiva y en poco tiempo están listas. Entre los ocupantes también hay paraguayos y chilenos.
En las ocupaciones se colocan carteles con el apellido de la familia, el número de expediente (para quienes iniciaron trámites formales en algún momento) y en algunos casos también se aclara: "Somos argentinos", "Somos hijos del barrio". Los que más llaman la atención son aquellos que fueron otorgados por el Municipio: tienen el logo oficial e indican "Tierras en custodia".
El viernes 9, a las 20 se concretó una movilización por Avenida Polonia al 2000, fue convocada por la iglesia católica que funciona en el barrio San Cayetano y la organización Quebracho, cuyos integrantes también tomaron tierras. Participaron de la movilización unos 400 ocupantes y personas que se solidarizaron. El cura Jesús María Enaho a cargo de la iglesia del barrio sorprendió hace dos semanas cuando pidió que se reciba a los ocupantes "con solidaridad, son hermanos pobres que necesitan en este momento un lugar para vivir". Desde el poder político no se dijo nada al respecto pero el cura no volvió a tener exposición mediática. Esto no sorprende si se recuerda que el obispo Virginio Bresanelli también se manifesto sobre el tema a nivel provincial planteando la necesidad de redistrubuir la tierra en la provincia.
En las ocupaciones creen que desde el Municipio se intentará fortalecer este enfrentamiento ante la imposibilidad de dar respuestas o avanzar en desalojos.
COMODORENSES SIN CARPAS
Las primer respuesta oficial a la ocupación fue la realización de un relevamiento que tardó varias semanas en comenzar, y que está a cargo de un reducido grupo de encuestadores. Presentan la reubicación como una solución aunque los vecinos afirmaron que no abandonarán las tomas actuales. En este marco el intendente, Martín Buzzi, convocó a empresas petroleras y de la construcción a tener responsabilidad empresarial ante tema, afirmando que muchos de los ocupantes son o fueron sus empleados. Respecto a los precios de los alquileres, que los ocupantes ilegales invocan como argumento para la toma de tierras, Buzzi dijo que mantendrá una reunión con la Cámara Inmobiliaria. “Los valores de los alquileres tenderán a la baja, eso es lo que se prevé incluso desde la Cámara Inmobiliaria, pese a que las medidas de regulación han sido contraproducentes. Lo que buscamos es que la gente puede acceder a un lote para construir su vivienda y sobre todo aquellos con necesidad. Sin embargo, sabemos que hay gente que tiene 20 años y recién formó su pareja y ya está usurpando”, indicó. Según cifras oficiales el municipio entregó en el 2008 mil terrenos, y durante 2009 se continuará con esa política para alcanzar otras 1500 soluciones habitacionales. En este contexto el intendente anunció un ambicioso plan de ocupación territorial, en el que proyecta una ciudad bastante alejada de la actual. Hay que decir que en la mayoría de los casos se trata de la regularización de ocupaciones no de nuevos lotes. Otra medida que no se difundió publicamente es una ordenanza municipal que prohibe a los comercios de la ciudad a vender carpas. Al menos así fue informado esta mañana en un reconocido comercio que durante estos publicitaba un combo integrado por varios productos de camping.
Además entregaron 45 lotes en el barrio Laprida y 14 en el barrio Stella Maris "a los hijos del barrio". El subsecretario de Tierras expresó que buscarán "dar respuestas en breve lapso en un trabajo integral del gabinete de tierras, con el cual se evaluarán los mecanismos existentes –previo a su asunción-". Mencionó además que "no se consolidarán las ocupaciones".
Mientras los barrios más poblados de la zona sur, que se constituyen en cordones marginales, el agua de las cloacas colapsadas corren descontroladamente por las calles; las zonas en calles intransitables y sin luz son espacios aptos para la inseguridad y son declarados "tierra de nadie"; en otros puntos de la ciudad la ampulosidad y el lujo de las construcciones sorprenden. En este marco el boom inmobiliario ofrece tierras y casas en Rada Tilly y en zonas alejadas de los centros urbanos. Como ocurre en las grandes ciudades en Comodoro la fragmentación urbanistica es un reflejo de la desigualdad social.
Comodoro Rivadavia es una ciudad de gran actividad para el capital trasnacional, y su geografía da cuenta de los grandes cambios que marcan este proceso. La fragmentación espacial y social caracteriza a la ciudad petróleo, que sabe de asentamientos ilegales y las dificultades de convivir en barrios pequeños, construidos a la luz de proyectos que nada tienen que ver con las identidades de sus habitantes. Sonia Ruíz y Blanca Trod, investigadoras de la UNPSJB estudian este fenómeno, y afirman que en los 60, las ciudad creció hacia el oeste, se incrementaron los sectores marginales, que sufrían las consecuencias de la falta de servicios básicos, y la ausencia de políticas sanitarias. Al igual que en la actualidad el marcado inmobiliario se caracterizaba por la alta demanda de inmuebles, y valores altos, la falta de viviendas era un problema, y las ocupaciones un acción ante la falta de planificación.
Desde el 2005 en adelante, con la recuperación de la actividad petrolera, como consecuencia del valor del barril de petróleo surgieron emprendimientos de rehabilitación urbana y proyectos urbanísticos, algunos de gran envergadura, modernización creciente e impactos ambientales. "El mercado inmobiliario en la ciudad se caracterizó entonces por una gran demanda y paralelamente un incremento de los inmuebles, falta de tierras urbanizables (determinada en algunos casos por la existencia de pozos petroleros sin sellar, entre otros factores), aumento del precio de alquileres e incremento de la demanda de tierra publica", expresaron en sus conclusiones realizadas en el 2006.
Desde el 2005 en adelante, con la recuperación de la actividad petrolera, como consecuencia del valor del barril de petróleo surgieron emprendimientos de rehabilitación urbana y proyectos urbanísticos, algunos de gran envergadura, modernización creciente e impactos ambientales. "El mercado inmobiliario en la ciudad se caracterizó entonces por una gran demanda y paralelamente un incremento de los inmuebles, falta de tierras urbanizables (determinada en algunos casos por la existencia de pozos petroleros sin sellar, entre otros factores), aumento del precio de alquileres e incremento de la demanda de tierra publica", expresaron en sus conclusiones realizadas en el 2006.
LA CRISIS Y LA CIUDAD QUE SE VIENE
Hoy el mundo se enfrenta a una crisis internacional y las empresas y comercios auguran días oscuros para las economías regionales. El tema por ahora no es tomado en serio al menos en los gobiernos municipal, provincial y nacional. En los sindicatos y los trabajadores locales se mirá con atención el escenario, y comienzan a plantear la necesidad de reclamar actualizaciones salariales acordes al costo de vida -que ubica a Comodoro entre las ciudades más caras del país-. En este marco se niegan a discutir la crisis y los despidos, que a pesar de todo las empresas ya comenzaron a realizar.Fuentes del sector Pyme petrolero le afirmaron a Diario Patagónico que el “boom petrolero” ha finalizado. Desde el 2003, Comodoro Rivadavia y las ciudades vinculadas al desarrollo de hidrocarburos vienen creciendo sin control y sus economías se han vuelto dependientes del petróleo. El periodista de Comodoro, David Mottura escribió sobre el tema que "la crisis financiera mundial golpeó duro en los precios de los commodities, y el West Texas Intermediate (WTI) se desbarrancó de sus 145 dólares de julio de 2008 a una lucha por mantenerse a flote, llegando a cotizar a 30 dólares en las últimas dos semanas. La crisis en Medio Oriente provocó un aumento del valor del crudo, pero no puede precisarse cuánto durará".
Excelente descripción.
ResponderBorrarMuy bueno el articulo que bueno seria que la gente tenga acceso a este tipo de informes.
ResponderBorrarPero los ciudadanos de Comodoro son muy dependientes de los medios gráficos.
Es lamentable que se hable de hijos de la tierra, cuando Comodoro es una ciudad que se construyo sobre la inmigración. El estado debe solucionar el problema y brindar una solución para los sectores que realmente lo necesitan.
en rio gallegos sucede exactamente los mismo. mientras se repudia la gente de los terrenos tomados, los politicos suman grandes hectareas de terrenos en sus bolsas. Se tiende a crear el enfrentamiento entre la gente de los barrios con aquellos que ocupan pequeños lugares para levantar una habitacion. Se dice que los lugares no estan en condiciones para construir o habitar. Lo cierto es que el gobierno no tiene ningun plan para contener ni solucionar el problema habitacional. Aqui solo puede establecerse el que tiene poder politico o monetario. La patagonia no ha cambiado nada desde la epoca de las huelgas del 20; solo han cambiado los sujetos del poder; hoy son los politicos quienes poseen todo en esta tierra tan rica y extensa. - mariela, de rio gallegos-
ResponderBorrarA pesar de que la autora publicó el articulo hace más de un año, la problematica continua vigente. Es impactante observar la cantidad de gente que se instala en lugares no apropiados para vivir y las condiciones de salubridad son escasas o nulas. La planificación urbanistica debe ir delante de la ocupación.
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