El 21 de mayo pasado, mi hermano Luis Caamaño fue asesinado en el barrio Standard Norte. Tenía 23 años, una esposa y una hija de 2 años. Fue ultimado delante de su padre, su hija y dos niños más. El autor del crimen actuó a cara descubierta. Está identificado e imputado, pero la Justicia (o el Juez) no actúa y así permite que un asesino camine libre por las calles de Comodoro Rivadavia como si nada hubiera pasado. Desde que ocurrió el hecho cambió su aspecto por completo, pero sigue siendo la misma persona. Su nombre es Ariel Álvarez, más conocido como “El Chueco”, y vive en el barrio Kilómetro 5, donde también fue encontrada el arma homicida.
Terminó con una vida. Dejó a una niña sin padre. Destruyó una familia. Está identificado. Hay testigos. ¿Qué esperan para detenerlo? ¿Qué pasa con la Justicia en Comodoro? Está libre. Camina entre nosotros. Todos estamos en peligro.
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