Declaración final de FATPREN
FATPREN entiende justo y oportuno tributar un merecido homenaje a todos los mártires del oscuro período de la vida argentina, iniciado por la dictadura que asoló a nuestro pueblo desde el 24 de marzo de 1976, y de manera particular a las compañeras y compañeros trabajadores de prensa que fueron perseguidos, encarcelados, torturados, asesinados y desaparecidos.
En ese contexto no podemos omitir nuestra propia historia y reconocimiento a los compañeros que en plena dictadura militar iniciaron, desde la clandestinidad y poniendo en riesgo su seguridad y hasta su vida, el proceso de reorganización de nuestra FATPREN.
Porque en estos momentos es indispensable tener plena conciencia que esta organización gremial es el resultado de la lucha y las convicciones de esos compañeros, entre los que podemos citar a Alfredo Carazo -del Chaco-, Ventura Pérez -de Mendoza-, Pedro Herrera -de San Juan- y a Rodolfo Audi -de Buenos Aires-, en cuya memoria sesionó este congreso.
El sacrificio y labor de esos compañeros, junto a los muchos otros que se fueron sumando para conformar la Corriente Nacional de Trabajadores de Prensa (CONATRAP), es un legado que nos compromete a seguir la ruta trazada en la defensa inquebrantable de los derechos de los trabajadores de prensa.
UNA LINEA DE CONDUCTA
La revisión de los Documentos de nuestros Congresos muestra que la Federación ha mantenido ese compromiso.
En tanto algunos sectores de la vida nacional se sumaban alegremente a la fiesta del liberalismo en la década de los 90, FATPREN denunció claramente el avasallamiento de los derechos de los trabajadores, el crecimiento del desempleo y la pobreza en nuestro pueblo, la claudicación de la soberanía nacional, la política de privatización de empresas públicas y la entrega a grandes grupos económicos de los medios de comunicación.
Mientras otros callaron, nuestros pronunciamientos desnudaron con absoluta valentía las traiciones políticas - del presidente Carlos Menem - y las sospechosas maniobras con fondos públicos.
Enfatizamos en nuestros documentos que “Sin Justicia, no hay democracia”, porque si no hay justicia social, si los trabajadores no son respetados, si nuestros niños y jóvenes no son justamente atendidos por el Estado, sin una equitativa distribución de la riqueza, la democracia deja de ser un estilo de vida compartido, para convertirse en una ficción dirigida y orientada por unos pocos y en su propio beneficio.
Denunciamos también la inacción gubernamental y el vaciamiento de legitimidad popular del triste gobierno del presidente Fernando De la Rúa.
La lectura del Documento Final del Congreso de marzo 2001 permite apreciar que FATPREN no se equivocó en el diagnóstico, ya que lamentablemente en los meses subsiguientes ese gobierno se fue aislando cada vez más del pueblo, concluyendo con una feroz represión ante las protestas populares.
Tampoco ignoramos ni omitimos, en nuestros documentos, la brutal pauperización del Pueblo Argentino luego de la gravísima crisis de 2001 y la mega devaluación de 2002.
En ese marco, se profundizó a niveles alarmantes la precarización laboral, la violación de las normas de resguardo de los trabajadores, las condiciones laborales y salariales, por lo que gran parte de la clase trabajadora quedó con ingresos por debajo de la línea de pobreza y, en algunos casos, hasta por debajo del nivel de indigencia.
EL SALARIO
En nuestro país existieron cuatro ciclos de empobrecimiento: el inflacionario (1988-1990), el de desempleo (1994-1996), el de caída salarial (1996-1998) y el de desempleo con caída salarial (1998 en adelante).
La canasta básica aumentó, de diciembre 2001 a abril 2002, un 29,70%; en consecuencia podemos decir que si los precios siguieron subiendo, sobre todo por los aumentos de los servicios o de los combustibles, y los salarios se mantuvieron: aumentó el nivel de pobreza.
Para mantener el valor del salario del trabajador, el monto debe adecuarse a la realidad del mercado de los bienes detallados en la Canasta Básica Total, realidad reflejada por el INDEC en sus muestras.
La comparación debe realizarse desde enero 2002 en adelante ya que hasta ese momento la convertibilidad mantenía la paridad de compra en el mercado.
Este atropello al derecho a la propiedad privada del salario debe ser subsanado por el Poder Judicial, garante de los Derechos Humanos y de las normas constitucionales, buscando y encontrando una salida que permita a cada trabajador, lograr y conservar el derecho a la propiedad de su salario, en todos sus alcances.
El único obstáculo entre esta construcción teórica, basada en el valor Justicia, y su concreción, es el artículo 4º de la ley Nº 25.561, que impide cualquier forma de actualización de los salarios de los trabajadores.
El artículo 14 bis de la Constitución Nacional, garantiza al trabajador numerosos derechos -protección contra el despido arbitrario, remuneración justa, entre otros-. Dichas garantías constitucionales desaparecerían, si no adecuamos los salarios a la realidad del mercado.
La indemnización contra el despido arbitrario, hoy mejorado, quedaría reducida por la inflación y los salarios adeudados perderían su valor, contradiciendo así la garantía constitucional de justicia social en la remuneración.
POLITICAS DE EMPLEO
Del análisis de situación desde nuestro congreso en Tandil 2.005 a la fecha, podemos observar como un dato alentador la progresiva disminución del índice de desempleo.
La recuperación paulatina de algunos sectores productivos -en especial los vinculados a la construcción, los bienes exportables, el turismo y el comercio – han favorecido la creación de empleo para un importante sector de nuestra población.
Ese marco favorable – en cambio – no ha repercutido en igual porcentual en el sector de prensa, ante las políticas empresarias de reducción de planteles laborales, el trabajo en negro, la imposición de horarios extendidos y de trabajo multimedial por un mismo salario, como así también por el uso fraudulento de los regímenes de pasantías.
Denunciar y combatir estas prácticas patronales es un imperativo para FATPREN y todas las organizaciones de base que la conforman y le dan sustento.
En tal sentido, en cada jurisdicción es necesario seguir impulsando la sanción de normas jurídicas de adhesión al artículo 64 de la Ley 12.908 – Estatuto del Periodista Profesional, con alcance a los Empleados Administrativos de Empresas Periodísticas (Decreto-ley 13.839/46) – para que no se otorgue publicidad oficial a empresas que incumplen con sus deberes como empleadores.
CONCENTRACION DE LA INFORMACION
En el plano profesional, debemos reiterar nuestras denuncias sobre la creciente concentración de la propiedad de los medios de comunicación, que pone en manos de unos pocos el control de los contenidos informativos y culturales, afectando la pluralidad y la diversidad de la información.
También ese proceso de concentración afecta la labor del periodista y los estándares éticos profesionales, al incidir negativamente en el empleo, las condiciones laborales, los derechos sociales de los periodistas, y en la calidad del periodismo.
Es sabido que estos grupos empresariales impulsan modalidades de periodismo autónomo, independiente o “free lance”, cuyo denominador común es la ausencia de garantías laborales, el desconocimiento de los derechos sociales, los bajos salarios y la trasgresión de la legislación laboral, por lo que debemos bregar por actualizaciones legislativas que impidan la concentración de medios y que, incluso, apunten a monopolios hoy vigentes.
UN COMPROMISO DE ACCION
La recuperación de los niveles de empleo y del poder adquisitivo de nuestros salarios, junto a la efectiva vigencia de las normas laborales, deben ser pilares fundamentales de la acción de nuestra organización gremial.
Tenemos por delante un desafío: asumir cabalmente el trabajo cotidiano para lograr el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de prensa. La solidez y solidaridad de nuestras organizaciones, hermanadas en FATPREN, es el mejor reaseguro para lograr alcanzar ese objetivo que se enmarca en la vigencia de la justicia social.
Tomemos el ejemplo de lucha de quienes nos precedieron. El sacrificio militante de los que hoy recordamos y homenajeamos. Por esa memoria activa, asumamos este compromiso de acción con la inquebrantable convicción que nuestra causa es justa y nobles nuestros objetivos.
Buenos Aires, 18 de marzo de 2.006
Federación Argentina de trabajadores de Prensa
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