Incremento para los investigadores del Conicet

Qué pasa con los investigadores de la Universidad de la Patagonia

El ministro de Educación anunció la puesta en marcha de la cuarta etapa del Programa de Jerarquización de la Actividad Científica, por el cual se otorgó un aumento salarial a los investigadores del Conicet. Filmus explicó que los científicos de ese organismo tendrán un incremento en sus salarios del 19 por ciento. Este aumento -que abarcará a los investigadores de todas las categorías, técnicos y becarios- se aplicará en dos etapas. Un 10 por ciento se otorgará en junio y el 9 por ciento restante a partir de agosto.
De este modo, un investigador superior (la máxima categoría) cobrará5.662 pesos mensuales, un 57 por ciento más que en mayo de 2003. Mientras que un científico asistente (los investigadores más jóvenes) ganará 2.464pesos, un 141 por ciento más que hace tres años.En tanto, los salarios del personal técnico irán desde los 1.885 pesos alos 3.076 pesos mensuales. Los becarios con un doctorado pasarán a cobrar1.624 pesos y los que se ubiquen en la categoría post-doctoral 2.026 pesos.
Por otra parte, el ministro afirmó que la incorporación "sin precedentes en el país" de nuevos becarios e investigadores. Ya que, según señaló, en los últimos tres años la planta de becarios se incrementó un 142 por ciento. Estos anuncios, destacó Filmus, tienen que ver con "la trascendencia que le da el Presidente al área científica y tecnológica". Y continuó: "Para nosotros, la ciencia y la tecnología tienen que ver con el crecimiento de un país"."Es importante que los mejores investigadores y científicos se puedanquedar a trabajar en el país", concluyó el funcionario.

EN LA UNIVERSIDAD LOCAL
El aumento a los investigadores es sin dudas un anuncio alentador para los debilitados salarios de los investigadores, y en su mayoría docentes universitarios, sin embargo, aún hay discusiones para dar, y decisiones que el gobierno en función del "compromiso" con el desarrollo de las ciencia debe tomar. La falta de una política sostenida en el tiempo es tal vez el mayor problema. Un aumento salarial no permitirá mejorar el sistema que además enfrenta una desinversión en materia de recursos, y la falta de lineas abiertas de formación y especialización.
En éste marco también se deben considerar las políticas de incentivo de cada universidad, y en este sentido cabe destacar las situación del área de investigación en la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco. Desde la creación de la Escuela de Derecho los fondos destinados a la investigación pasaron a sostener esa carrera. Una decisión política que debilitó por completo una de las áreas más importantes de la Universidad Pública. Hay una discusión pendiente de las nuevas autoridades, que parecen no estar dispuestas a iniciar. Los nuevos funcionarios universitarios afirman que la institución ha estado alejada de las problemáticas de la comunidad, sin embargo, no han tomado aún la decisión de que los fondos vuelvan a financiar proyectos de investigación. Por el contrario, además analizan recortar los salarios docentes.
Sus declaraciones públicas sobre el alejamiento de la Universidad de las problemáticas locales tienen también cierto grado de injusticia, sobre todo con aquellos investigadores que a pesar de la situación continúan desarrollando sus prácticas y aportando así a la producción de conocimiento en la región. Se debe considerar que el desfinanciamiento ha llevado además a que muchos investigadores terminen trabajando para las empresas de la región y dependiendo completamente de sus financiamientos, con todo lo que ello implica. Otro análisis requiere el sistema de recursos terceros que tanto ha dado para hablar durante la gestión del rector Hugo Bersán.
En éste contexto, quisiera apuntar también el marcado interés del gobierno sólo en el sostenimiento económico de las investigaciones desarrolladas en las ciencias exactas. Las inversiones más importantes se realizan en las áreas técnicas y vinculadas a las ciencias naturales, lo que me parece bien, aunque creo que aún las ciencias sociales siguen esperando un reconocimiento. Problemas como la creciente violencia, conflictos como el de las papeleres, la desocupación, la pobreza, y podría seguir enumerando demandan un análisis, una intervención desde las ciencias sociales, y en las actuales condiciones cada vez es más difícil estar a la altura de las circunstancias.
Las investigaciones sociales no despiertan el mismo interés entre las empresas, que las demás, y por eso mismo el gobierno debería contemplar una línea de financiamiento especial, que en principio debería constituirse con el dinero recaudado de los servicios a terceros, hoy esto no es posible.