El domingo pasado se organizó en la Escuela 711 el "té con las mil mujeres". No eran tantas, pero allí estaban el gobernador Das Neves, Martín Buzzi y el resto de la comitiva. Si bien era un acto de campaña, es decir no oficial, allí estaban todos los autos del Estado. Algunos de ellos bien estacionados y otros no tanto. Dos camionetas 4x4, por supuesto, una Nissan y una Chevrolet, estaban paradas en doble fila, entorpeciendo el tránsito de quienes por allí transitaban.
El inspector de tránsito Héctor Soto se acercó a los conductores de las camionetas para pedirles que las quitaran de ese lugar. No solo recibió una rotunda negativa, sino que además fue insultado y amenazado. Uno de los choferes vociferaba que eran vehículos del gobernador, y que por supuesto no iba a mandarlos un simple inspector de tránsito.
Soto labró las actas de infracción correspondientes, lo que al parecer enfureció a un oficial de policía, que salió del local donde tenía lugar el acto partidario. El hombre, de civil, insultó y amenazó a los gritos y delante de la gente allí reunida al inspector. Le dijo que era una cucaracha y que si él quería lo pisaba. Estaba muy nervioso y acusaba al inspector municipal de querer interrumpir un acto de su jefe.
Pero las cosas no quedaron ahí. El oficial de civil, de apellido Ale, hijo del Jefe de la Policía de la Provincia, hizo detener al inspector de tránsito, el que fue trasladado a la Comisaría Tercera en un patrullero, en donde estuvo privado de su libertad hasta bien entrada la noche del domingo.
Se trata de una situación insólita, pues un policía de civil que participaba de un acto político-partidario, hizo detener por desobediencia a un inspector de tránsito municipal de servicio que intentaba infraccionar a un par de vehículos mal estacionados.
Se trata de una situación insólita, pues un policía de civil que participaba de un acto político-partidario, hizo detener por desobediencia a un inspector de tránsito municipal de servicio que intentaba infraccionar a un par de vehículos mal estacionados.
Ya en libertad, Soto denunció a Ale ante la Fiscalía por privación ilegal de la libertad, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y amenazas. También dio intervención al gremio municipal y presentó sus quejas ante las autoridades municipales. Según fuentes judiciales, Ale tendría antecedentes similares y una causa por apremios por hechos acontecidos en la Comisaría Segunda de Comodoro.
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