Crónica del 1er Festival Internacional de Cuentacuentos CONTAMOS CON VOS
en tres actos o estampas (un poco desordenadas y arbitrarias)
Miércoles 22
Entran en escena los cuentacuentos. Se detiene el viento.
Las niñas y niños son los primeros en disfrutar el escuchar cuentos de tradición oral y de la literatura contados a viva voz. Los cuentacuentos no sólo prestan sus voces, sino que también deben prestar sus manos para firmar autógrafos!!
Después del mediodía empieza el primer taller con gran concurrencia (para alegría del cronopio). Mientras los famas evalúan los costos y los beneficios de participar en el mismo, el taller se termina.
Una luna gorda y cachetona ilumina como un reflector el escenario marino, y acompaña ansiosa el comienzo de esta primavera de cuentos en el kultural5 y en Rada Tilly. Después, ella, la luna ya tiene manchitas en la cara, rastro del zorrinillo enamorado. Se pasea contento el elefante con su estampado de flores, disfruta descubriéndose el príncipe con la princesa sapa, se emociona Graciela Beatriz Cabral (desde algún rincón desconocido) con sus propias palabras, canta y se divierte la cigarra y corre al galope desbocado un caballo con un párroco Pacorro ¿armado?
Jueves 23
Como en aquel mar de fueguitos que nos cuenta Galeano se escuchan voces, chispeantes voces, contagiosas, graves, graciosas, finas voces. Voces que están aprendiendo a narrar y voces que cuentan como si contaran desde siempre. Hay voces que contienen todo el calor de sus orígenes y voces que al emocionarse con las palabras de otros vuelven a emocionar a muchos más.
Y hay voces que, entre suspiros y risas, agradecen y se quedan con ganas de más cuentos.
Por la noche, hasta las esperanzas, que tanto les cuesta salir de la comodidad de sus casas, se visten de fiesta para la noche de gala en el Teatro Español.
Se escucha a un fama en la sala de espera:
-¡Cuánta gente! Seguro son todos invitados, familiares y amigos.
Y para sorpresa de todos, asisten cronopios, famas y esperanzas, amigos, invitados y familiares y muchos otros seres inclasificables hasta para el escritor más avezado.
Canta un zorzal nocturno. Se escuchan risas jóvenes (¡son los chicos del secundario!) cada vez que aparece el duende del deseo máximo.
Las voces de todos, termina llevándoselas el viento patagónico. Aunque cada quien se lleva lo suyo. Las imágenes saltan de uno a otro como la sombra del gato negro sobre los tejados. Algunas se llevan orégano en el pelo, otros preguntas para hacerle al doctor, otros el deseo de encontrar la puerta verde y hay quien descubrió cómo subir a una escalera.
Y todos, toditos se van con la intriga del secreto, cuál será el secreto de la felicidad eterna.
Viernes 24
El sol tampoco quiere perderse la fiesta.
Si los famas dejaran de ser tan orgullosos… ¿si ellos saben bailar tregua catala espera? ¿por qué no quieren bailar tregua catala espera con los demás?
-Es que les gustan sólo los bailes que son organizados por ellos mismos.
En fin, ya se dijo la Patagonia no es sólo tierra de utopías, la Patagonia está hecha con dolor, desconocimiento, violencia y olvido. Hay que escuchar el ventarrón, a veces trae cada cosa por el aire.
Cuestión que se termina la fiesta, todos entraron como pudieron y apretaditos al teatro de la Escuela de Arte y después, muchos quedamos con el deseo de que sigan los cuentos.
Entonces y mientras tanto, me quedo con esos animales de la selva que no abandonan al elefante a punto de caer al pozo, lo animan, lo acompañan, lo apapachan, le dan comida. Me quedo cerca del cóndor que supo ayudar al zorrinillo y cerca del Papel Bond que salvó a todos los papeles de las malditas tijeras. Y con la tía Charo que tiene buena leche. Con aquellos que no dan objetos por perdidos.
Me quedo en el árbol, entre gallinitas sencillas y amables, total que un día de estos llega un gallito nuevo y nos cuenta algo más del mundo, nos trae otra música, otras voces.
Natalia Salvador
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