Condena para el represor que vivió en Esquel

Juan Carlos Avena fue el miércoles pasado uno de los condenados a prisión perpetua por la justicia en el marco de la causa que llevó a juicio a ex policías, penitenciarios y gendarmes que secuestraron, torturaron, asesinaron e hicieron desaparecer personas, durante la última dictadura militar.

La docente Marta Sahores, de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco, recordó la movilización realizada en Esquel, en los ochenta, cuando Avena ocupaba el cargo de director de la Unidad Penitenciaria 14 de Esquel.

Avena, conocido como “Capitán Centeno”, ocupó ese cargo hasta 1988, y es uno de los doce condenados a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos en el circuito de detención ilegal Club Atlético-Banco-Olimpo (ABO).

Sahores recordó que durante el gobierno municipal de Daniel Díaz se creó  la Secretaría de Derechos Humanos de Esquel y se nombró a Leonardo Maida, como secretario. “El resto de los integrantes fuimos Alejandro Guerenstein, Pepe Montero La Casa, Néstor Carballido y yo. Todos éramos extrapartidarios y asumimos con la promesa de Daniel Díaz de tener libre albedrío. Se recibieron varias denuncias, se difundieron los DDHH, se invitó a las Madres de Plaza de Mayo, se hicieron actos de homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado, entre otras acciones”, recordó.

MOVILIZACION POPULAR

Entre las denuncias recibidas había una que develaba el accionar del director de la cárcel durante la dictadura militar. “Cuando recibimos la denuncia de que el nuevo director de la cárcel era un represor se juntaron muchas firmas y se logró declarar a Avena persona no grata y éste se tuvo que ir. Esto ocurrió a fines de 1988. El Concejo Deliberante, aunque no fue por unanimidad, resolvió la medida ante la presentación de nuestra nota con muchas firmas”, indicó la docente. Por eso al conocer la determinación de prisión perpetua,  Sahores consideró que finalmente “se hizo justicia”.

Es que como tantos otros represores, Avena se vio beneficiado por las leyes de Obediencia Debida (1986) y Punto Final (1987) dictadas por el ex presidente de Raúl Alfonsín. La justicia también dictó prisión perpetua a  Samuel Miara, Raúl González, Eduardo Kalinek, Eufemio Uballes, Juan Donocik, Oscar Rolón, Julio Simón, Roberto Rosa, Guillermo Cardozo, Eugenio Rodríguez Apestegui y Enrique del Pino.