29 mar 2011

Organización social pide el cambio del nombre de un calle de Sarmiento


OSCAR BATTISTINA OCUPARA HOY LA BANCA DEL PUEBLO PARA PEDIR QUE DEJE DE LLAMARSE JULIO ARGENTINO ROCA POR SUSANA JENKINS



Un representante del colectivo El Puente, ocupara hoy la banca del pueblo del Honorable Concejo Deliberante de Sarmiento para fundamentar el pedido de cambio de nombre de la calle Julio Argentino Roca por el de Susana Jenkins,  que fue detenida y desaparecida durante la última dictadura militar.
Hoy a las 21, Oscar Battistina ocupará la banca del pueblo del Concejo de Sarmiento para presentar anteproyecto de Ordenanza cambio de nombre de la calle Roca por el de Susana  Jenkins, hija de una familia tradicional de Sarmiento, detenida desaparecida  en 1977.

MEMORIA
La joven, que había estudiado en Sarmiento, terminó sus estudios en el Perito Moreno en 1971 como Bachiller. Estudió psicología en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. En esa ciudad fue detenida en la vía pública el 8 de junio de 1977. Tenía 22 años. En su recuerdo se busca eternizar los 30 mil desaparecidos durante la última dictadura. “Para que no ocurra nunca más”.
Uno de los principales referentes de la lucha que busca cambiar los nombres de avenidas, calles, plazas y desterrar monumentos que recuerdan al militar, a cargo de la Campaña del Desierto, Julio Argentino Roca, es el historiador y periodista, Rodolfo Bayer.   En ocasión de un juicio público al general Roca que apuntó a remover su monumento
, en la esquina porteña de Diagonal Sur y Perú. Bayer instó a: “que el pueblo decida cómo deben llamarse sus calles, sus plazas”. Luego recordó que Roca asesinó a miles de pobladores originarios de la región pampeana y el sur argentino.

SOBRAN LOS MOTIVOS
“No hubo batalla, fue una cabalgata bajo el sol patagónico y logramos 1600 muertos y otros 10.000 de la chusma. Era el destino de una raza salvaje que ya estaba vencida”, decía Roca, según consta en documentos de la época que eran exhibidos como prueba de la matanza. La “chusma” corresponde a ancianos, mujeres y niños aborígenes que habían sido escondidos del hombre blanco por temor a lo que finalmente sucedió. “Los responsables de la masacre eran todos occidentales, todos muy cristianos”, recordó Bayer.
Bayer dijo en esa oportunidad que “son muchos los nombres que debiéramos cambiar porque rinden homenaje a asesinos”. Resaltó que la localidad de General Rauch rinde honores a un “degollador de ranqueles” y propuso que la rebauticen como “Arbolito”, nombre del poblador originario que vengó el asesinato de su pueblo. También propuso que General Villegas pase a llamarse Manuel Puig, el escritor nacido en esa ciudad.
Como antecedente, en diciembre, la Asamblea Popular La Floresta convocó a una votación en la que el barrio decidió que la plaza Ramón Falcón –el jefe policial que reprimió una manifestación en 1910– se llame Ernesto “Che” Guevara.

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