que cubre la ciudad disminuiría durante este domingo.
Un equipo de docentes de la Universidad Nacional de la Patagonia San
Juan Bosco continúa investigando la composición de la ceniza del
volcán Puyehue, que afecta parte de la Patagonia.
Desde la sede Puerto Madryn de la Universidad Nacional de la Patagonia
San Juan Bosco, la docente Gabriela Massaferro, quien además es
colaboradora del Centro Nacional Patagónico del CONICET que funciona
en esa localidad, realiza continuos análisis sobre la ceniza caída y
expone los principales recaudos que deben tenerse en cuenta.
"Estos son fragmentos pumicios con abundantes vesículas y canaliculos,
pero ésto es propio de este tipo de erupciones. He ido muestreando a
lo largo de distintos días y luego el tamaño de las partículas empezó
a disminuir considerablemente y ahora esta constituido prácticamente
por trizas vítreas que son fragmentos con las misma composición
química pero son más triangulares y de puntas muy agudas", señaló
Massaferro.
En relación a los resultados de su investigación, la docente dijo que
"cuando las partículas son mayores a 10 micrones quedan retenidas en
todos los sistemas defensivos del aparato respiratorio, pero esto no
provoca ningún cuadro que revista demasiada gravedad. Se recomienda
igual no exponerse innecesariamente y si hay que hacerlo durante algún
tiempo usar un determinado tipo de barbijos que sea eficiente para
filtrar este tipo de partículas".
"Nosotros contamos con análisis químicos que ha hecho una empresa de
la zona y no se han detectado ni gases tóxicos, ni material
particulado que pueda ser venenoso. Asimismo, la infima proporción de
azufre es prácticamente desestimable para el organismo. Incluso
también hay un análisis de la Comisión Nacional de Energía Atómica, en
la que expresan que no hay partículas que puedan ser tóxicas para el
ser humano.
En tanto, el geólogo y también docente de la sede local de la UNPSJB,
Marcelo Marquez, señaló días atrás que "no hay que asustarse, es un
proceso natural y eventualmente va a pasar" y si bien el polvillo
puede permanecer unas cuantas semanas en el aire, esto no es motivo de
alerta.
Respecto a las recomendaciones que hicieron ambos docentes y que son
apoyadas por el área de Salud Municipal, se señala que si el polvo
entra en los ojos, la mejor manera no es refregárselos, sino lavarlos
con agua y usar anteojos en caso de salir a la intemperie. En alusión
al agua para beber, si bien la posible presencia de ceniza en ella no
le quita potabilidad, en esos casos es recomendable consumir agua
mineral. De todas maneras, la Sociedad Cooperativa Popular Limitada
aclaró que -por tratarse de un circuito de distribución cubierto- el
agua de la ciudad no contiene rastros de ceniza volcánica.
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Mónica Baeza
www.comunicacionpatagonica.blogspot.com
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