2 oct 2011

Recolectores informales hablarán sobre las consecuencias del traslado del basural en la Universidad

Foto de Carolina Bayòn "Descartados"
El jueves 6 de octubre a las 18 horas, en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se realizará una jornada abierta y gratuita que tendrá como expositores a los recuperadores informales que trabajan en el basural, ubicado en la costa de la ciudad, ante su traslado inminente. La relación con el mercado de trabajo, el acceso a la vivienda, la historia de la relación con el estado, y cómo ven el futuro cierre del basural serán algunos de los temas que abordarán los trabajadores convocados por el antropólogo y docente, Santiago Bachiller.

La intención de la jornada "Viviendo de la basura. El punto de vista de los recolector​es informales de residuos sobre sus dificultad​es cotidianas​"  es visibilizar un problema que está oculto y vinculado a la subsistencia de unas 700 personas, que no puede acceder al mercado del trabajo y se ve forzada a acudir al basural. “Se trata de analizar qué pasara con esta gente cuando se cierre el basural a cielo abierto y se abra la planta de reciclaje. Esto es una cuestión elogiable a nivel ambiental pero a nivel social esto implicaría dificultades de subsistencia en la vida cotidiana de estas personas”, indicó.
EN FAMILIA
Bachiller es investigador del Conicet, realizó un posgrado en la Universidad Autónoma de Madrid, es docente de la Universidad de la Patagonia Austral e integra el Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Patagonia con sede en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Realiza actualmente una investigación sobre el trabajo informal en el basural de Comodoro Rivadavia. Sobre el grupo de recolectores informales indicó que se trata de una población muy heterogénea, y se desconoce con precisión la cantidad de miembros. Recordó que el municipio hizo tres censos el último se realizó el año pasado y la cifra que obtuvo fue de 119 jefes de familia. Actualmente residen y trabajan en el lugar familias enteras que incluso superan los 4 miembros que se estipulan para una familia tipo. “Hay ancianos que no tienen ninguna chance de ingresar al mercado del trabajo por la edad, niños que deberían estar en el sistema escolar y que se ven forzados a colaborar con la economía familiar. Hay personas que acceden al basural en situaciones puntuales como cuando se quedan sin empleo y salen cuando logran un trabajo, o incluso complementan su trabajo yendo al basural. Hay casos de familias que llevan tres generaciones viviendo en el basural para lo cual conseguir un trabajo se les hace muy difícil si no imposible”, puntualizó. Bachiller indicó que cuando se analiza procesos de exclusión social hay factores que se combinan y  acumulan. Para dar cuenta de la complejidad de situaciones afirmó que actualmente hay personas que no tienen calificación laboral, dado que muchos no terminaron de estudiar porque tuvieron que abandonar el colegio para aportar a la economía familiar. 


SOBRE LAS MERCANCIAS
Hay casos de personas con antecedentes penales que no pudieron volver a insertarse en el mercado laboral, y el único espacio que les queda es ir al basural porque no quieren reincidir y desean mantener a su familia por sus propios medios. Personas con problemas de alcoholismo, incluso quienes  tienen además problemas de salud  por estar respirando el humo del basural durante un largo periodo de tiempo. A nivel de políticas públicas la situación excede –según el investigador-  al municipio de Comodoro. “Hay una visión sobre el trabajo y la vivienda como si fueran mercancías, que se comercian en el mercado por ello todos los que tenemos un salario no ligado al mundo de la producción del petróleo tenemos problemas para acceder a una vivienda, esto se exacerba en Comodoro para quien no tiene un trabajo calificado. Estos son dos mercados que son desregulados, operan solo con una lógica de mercado libre, sin entender el valor de utilidad social y sin ofrecer viviendas y trabajo especifico para estas poblaciones.  Por aquí pasarían las medidas necesarias”, avaluó.


TRABAJO INFORMAL
En algún momento la idea de conformar una cooperativa integrada por quienes viven en y del basural se intentó llevar adelante. Aunque la iniciativa fracasó porque fue impuesta pero además porque fondos que se habrían entregado para su funcionamiento no llegaron a los destinatarios. “Están acostumbrados a trabajar por sus propios medios, en forma  autónoma, sin pensar a largo plazo porque así se los indica la experiencia, y con la esperanza de que nunca se cierre el basural. El problema es que cuando se cierre el basural se les acabará el medio de vida”. 

MAS TRABAJO

Foto Martín Pérez 2011
En otros puntos del país las políticas de gestión de residuos urbanos no solo atienden a cuestiones presupuestarias y ecológicas sino también a la inserción laboral de las poblaciones entonces se toman decisiones como la de introducir tecnología en menor medida. Se busca evitar que  desplace la fuerza de trabajo con la incorporación de los recolectores quienes participan del proceso de selección y separación para iniciar el ciclo de reciclado lo que daría muchos más puestos de trabajo. Según el investigador el proyecto local proyecta solo la incorporación de 19 trabajadores. Por ello expresó que el problema no terminara con el traslado del basural sino que se trasladará a otros puntos de la ciudad, por ejemplo al centro y los barrios residenciales. “También se debe tener en cuenta la función social que tuvo esta gente no reconocida porque hay estudios en Buenos Aires que estipulan que lo que un cartonero recuperan más o menos la misma cantidad de basura que se recupera en países como Alemania, es decir que hacen un trabajo gratuito, iniciando una economía de reciclaje que trae beneficios enormes a nivel industrial y a la industria que terminan produciendo con esos materiales por los que a ellos se les paga muy poco. Aquí ocurre lo mismo aunque en menor escala”, indicó.


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