HOY TODXS SOMOS YANINA
YANINA TREUQUIL fue prendida fuego la madrugada del 13 de agosto de 2011, por Daniel Eugenio Ruiz, su pareja en su vivienda del Bº Tiro Federal de Trelew.
Hasta el viernes 4 de noviembre estuvo luchando por sobrevivir, pero la gravedad de las lesiones hicieron imposible su recuperación y terminaron con su vida.
Las crónicas periodísticas son precavidas al sostener la presunción de la culpabilidad de Daniel Ruiz, a pesar que lo incrimina el testimonio de su propio hijo de 10 años y no hay indicios en contrario que hagan suponer otra cosa que un "femicidio".
La muerte de Yanina Treuquil no debe ser leída de manera neutra como un simple homicidio, o como el producto de alguna situación inexplicable; tampoco como un arrebato pasional o efecto de una conducta patológica de Daniel Ruiz. Su muerte a manos de su pareja, es el producto de un sistema estructural de opresión, en el contexto del capitalismo patriarcal, que naturaliza lo comportamientos agresivos propiciados para los varones con la consecuente naturalización de los efectos que tiene hacia las mujeres.
No constituye un hecho más, más bien se entrama con otras expresiones de la violencia hacia las mujeres (violación, incesto, abuso físico y emocional, explotación sexual, económica), constituyendo un continuo de violencias de género destinadas a mantener relaciones asimétricas y jerárquicas de poder.
La muerte de Yanina constituye FEMICIDIO, o sea la expresión más exagerada del sexismo masculino utilizado como poder, dominio y control de las mujeres; la forma más dramática de la desigualdad de relaciones entre varones y mujeres y la manifestación extrema del terror, vulnerabilidad social, de exterminio y hasta de impunidad.
Nombrar su muerte como femicidio permite distinguir que el carácter social y generalizado de la violencia basada en la inequidad de género no es un asunto personal o privado, es profundamente social y político.
Puesto que la incidencia o posibilidad de recurrencia de situaciones de este tipo, está directamente relacionada con el grado de tolerancia que manifiesta la sociedad y el Estado frente a las violencias contra las mujeres es que, desde Espacio Docente, nos solidarizamos con el tremendo dolor de la familia de Yanina, pero a la vez exhortamos a toda la comunidad a:
- Repudiar los hechos de violencia de género; entendiendo como violencia de género a cualquier acto o amenaza de agresión física, sexual, psicológica o económica en contra de las mujeres.
- Denunciar la estructura patriarcal de la sociedad, que naturaliza la violencia de género.
- Reconocer que el sexismo existe y se muestra en publicidades, medios de comunicación, estereotipos de género -que asocia la masculinidad a la fortaleza, la virilidad, la agresividad, la inexpresividad emocional, la competitividad y el triunfo; y enfatiza como rasgos femeninos la sociabilidad, la fragilidad, la pasividad, y la aceptación de los deseos del hombre y la receptividad sexual-.
- Fijar postura clara en casos de violencia de género y con más énfasis ante casos de femicidio: los sentimientos y actos violentos son responsabilidad del agresor y de nadie más. No hay ningún motivo que justifique la violencia.
¡JUSTICIA PARA YANINA! – BASTA DE IMPUNIDAD
ESPACIO DOCENTE en la LILA
Me parece terrible lo que están haciendo estos delincuentes, las leyes deberían dar pena capital a los autores de femicidio.
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