8 mar 2012

Decimos no IV. Poema diario para acompañar a los cumpas en la marcha contra la megaminería


La tierra nos late en cada paso.

 

Desde el pulso empujamos

nuestra marcha.

 

Vemos flores simples en la planicie,

abrojos que se quedan

en la mirada.

 

Vida que ampara y nutre

vida,

la meseta es llena

de gracia.

 

Benditos nosotros,

los frutos de tu vientre.

 

Benditos nosotros que

sabemos tu nombre.

 

Lo decimos callados

y en voz alta.

 

Lo decimos juntos

desde el cuerpo.

 

La tierra nos late en cada paso.

 

Decimos no

cuando el silencio

es gusano

que pudre la cosecha.                             Luciana Mellado, Comodoro Rivadavia




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