27 oct 2014

El 15,7% de los niños que nacen en Chubut son de madres adolescentes

REMARCAN LA NECESIDAD DE ACOMPAÑAR LA MATERNIDAD Y
PATERNIDAD QUE EL AÑO PASADO ALCANZO A 44 CHICAS DE 14 AÑOS



Son 1.545 los niños que en el último año nacieron en Chubut, hijos de madres de entre 14 y 19 años.  Organizaciones sociales y observatorios marcan la importancia de acompañar desde el Estado el inicio de la maternidad y paternidad durante la juventud, etapa que los expone a mayores responsabilidades y pocas posibilidades de acceder a derechos.

El  anuario de la Maternidad 2014 titulado “Jóvenes en la Argentina. Oportunidad y barreras para su desarrollo” dio a conocer las cifras de maternidad de madres y padres de entre 14 y 19 años en Argentina.
El mismo indica, según datos del Ministerio de Salud de la provincia, que en Chubut se registran 9.832 niños nacidos vivos, de los cuales 44 son hijos de madres de 14 años; 1.501 de madres de 15 a 19 años. Lo que representa un total de 15,7% de madres de entre 14 y 19 años. El mismo informe indica que el 16,4 por ciento de los niños rionegrinos nacen de madres adolescentes, de hasta 19 años, lo que coloca a esta levemente por encima de la media nacional, que es de 15,7 partos de madres menores de 19 años por cada 100.
Río Negro es la de mayor cantidad de niños de madres adolescentes de la región Patagónica, excluyendo a La Pampa. En esa provincia nacen por año casi 12 mil niños.  El 16,4 por ciento es superior al 16,2 de Neuquén, al 15,7 de Chubut, al 14,8 de Santa Cruz y al 14 por ciento de Tierra del Fuego.
Se debe acotar que las cifras más elevadas se ubican en las provincias del norte, donde se destacan Chaco y Formosa. Allí, uno de cada cuatro recién nacidos son de madres menores de 19 años, lo que representa el 25 por ciento. En cambio, la capital federal ostenta por mucho la cifra más importante, dado que apenas el 7 por ciento de las madres primerizas son adolescentes.

CONSECUENCIAS
El informe del Observatorio resalta que la fecundidad adolescente precoz es un motivo de preocupación no tanto por su magnitud sino por sus consecuencias en el bienestar de la madre y el hijo, ya que se incrementan los riesgos durante el embarazo y el parto y existen más probabilidades de complicaciones y mortalidad. “Entre las madres adolescentes, en especial si son menores de 15 años, los nacimientos de bajo peso y pretérmino son más frecuentes que en mujeres adultas”.
Al momento de explicar esta situación los especialistas indican que la persistencia de las tasas de embarazo y maternidad adolescentes se vincula a la combinación de un inicio cada vez más temprano de la sexualidad activa en los y las jóvenes, con la insuficiente efectividad de las políticas públicas de salud sexual y reproductiva para adolescentes y mujeres jóvenes.
Ejemplifica que la educación en cuanto a planificación familiar recién comienza cuando el joven tiene el primer hijo “lo que refleja que los servicios de salud reproductiva o bien actúan a destiempo o lo hacen a partir del indicador de la maternidad y no del comienzo de la sexualidad activa de las mujeres”.


POR MAS OPORTUNIDADES
De acuerdo con los datos publicados por la UNFPA Argentina (Fondo de las Naciones Unidas) del 2013, el 69% del total de embarazos en la adolescencia corresponden a embarazos no planificados, y la maternidad y paternidad en la adolescencia es más común entre los y las jóvenes de sectores más pobres y con menor nivel educativo: la proporción de madres entre las adolescentes con menor nivel educativo (primario completo o menos) al menos triplica a la que se observa en las adolescentes con secundaria incompleta. También se especifica que más de la mitad de las adolescentes que son madres ya habían abandonado la escuela al momento de quedar embarazadas, mientras que solo cuatro de cada diez adolescentes que  están estudiando al quedar embarazadas continúan con el ciclo lectivo.
Indican además que una proporción importante de la población joven participa en el mercado de trabajo en condiciones adversas, que se agravan en el caso de las mujeres jóvenes, en especial si son madres. Las mujeres y los hombres jóvenes que son jefes de hogar y tienen hijos no pueden quedarse sin ingresos por un tiempo extendido razón por la cual suelen incorporarse al mercado de trabajo prematuramente, sin las habilidades y conocimientos educativos necesarios, y en empleos de escasa calidad. En el caso de las mujeres jóvenes ello es más crítico pues no siempre cuentan con apoyos suficientes para compatibilizar sus obligaciones laborales con las tareas del hogar y de cuidado de las que son las responsables clave, expresa el informe del Observatorio 2014.



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