En una semana fueron cuatro las personas que fallecieron durante la ola de frío que afecta la región. Vivían a la intemperie, en el anónimato y en la extrema pobreza. El martes apareció el cuerpo del primer hombre. Como quien espera sentado el final, Felipe, se quedó dormido, y el frío le ganó. Los vecinos no conocían ni su apellido. El segundo hombre, de apellido en Cárdenas, fue encontrado apenas tapado por una almohada, entre la pared y la carcaza de un viejo automóvil, el miércoles. También vivía en el Stella Maris.
A las víctimas de la pobreza ayer se sumó otro hombre, que fue hallado en un baldío ubicado a pocos metros de la sucursal del Banco Nación, en la ciudad de Rawson. Todo un simbolo. En tanto, David Pérez, fue encontrado en el basurero de la localidad de El Maitén tendido en el piso. En Buenos Aires, un organización no gubernamental asociada con el gobierno trabajaron en la contención momentánea de las personas que viven en la calle. En Chubut, el Congreso Partidario ocupa la atención y las energías al menos de los funcionarios. Mientras en nuestro país, una de cada ocho personas tiene más de 65 años, la mitad por lo menos, de bajos recursos, escasos de abrigo y con poca capacidad para enfrentar al frío. En la Argentina, hay unas diez millones de familias, una de cada cuatro no tiene calefacción suficiente. Quienes fallecieron esta semana no son "víctimas del frío", ni de "la falta de gas", son víctimas de la pobreza.
Foto: de Martín Pérez para el diario El Patagónico
La pobreza es una peste de la que aun esta sociedad, no se percata.
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