INVESTIGADORES LOCALES AFIRMAN QUE LA TENDENCIA ES QUE IRAN EN AUMENTO
Según una investigación realizada por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, las temperaturas de Comodoro Rivadavia, Ushuaia y el Calafate han aumentado de forma lineal. Se producirían graves modificaciones como erosiones costeras, disminución de glaciares y desertificaciones, entre otras.
El estudio, realizado por el docente de la cátedra de Meteorología y Climatología de la Facultad de Ciencias Naturales, Walter Maza, cuenta con información desde el año 1948 hasta hoy. Los gráficos demuestran un incremento en la temperatura en forma lineal. Las predicciones para la Patagonia indicarían un aumento de temperaturas, erosión costera, disminución de glaciares y desertificación.
Los indicios de que el clima en el planeta se estaba modificando comenzaron hace alrededor de 50 años, cuando los diferentes estudios científicos comenzaron a evidenciar ciertos cambios. Si bien algunos especialistas son cautelosos a la hora de referirse al cambio climático, las consecuencias son cada vez más notorias. A escala global, el cambio climático provocaría la extinción de especies y ecosistemas, dificultades en el suministro de agua y en los servicios sanitarios, aumento del nivel medio del mar, retroceso de los glaciares, modificación de la producción agrícola y ganadera, inundaciones, sequías, olas de calor, modificación en el régimen de las precipitaciones, problemas de energía, industria, transporte y otras catástrofes.
En los últimos 100 años la temperatura media anual en Argentina aumentó un grado centígrado.
Según los informes, el período más caluroso fue el comprendido entre los años 1900 y 1999. En ese mismo período se incrementó la precipitación de lluvia anual en un porcentaje cercano al 10%. Mientras que el año más cálido fue 1995. Hacia el norte de la Patagonia, se estima que se producirán precipitaciones intensas e inundaciones en valles fluviales. Por otra parte, las precipitaciones anuales disminuirían sobre Los Andes y aumentarían hacia el este. Se propiciarían deshielos tempranos, mayor evaporación, cambios en los flujos fluviales y en el suministro del agua, entre otros. Asimismo, se anuncia una declinación en el hielo del continente antártico que, de producirse, ocasionaría un efecto nocivo sobre el krill, debido a la disminución de las algas.
Según los informes, el período más caluroso fue el comprendido entre los años 1900 y 1999. En ese mismo período se incrementó la precipitación de lluvia anual en un porcentaje cercano al 10%. Mientras que el año más cálido fue 1995. Hacia el norte de la Patagonia, se estima que se producirán precipitaciones intensas e inundaciones en valles fluviales. Por otra parte, las precipitaciones anuales disminuirían sobre Los Andes y aumentarían hacia el este. Se propiciarían deshielos tempranos, mayor evaporación, cambios en los flujos fluviales y en el suministro del agua, entre otros. Asimismo, se anuncia una declinación en el hielo del continente antártico que, de producirse, ocasionaría un efecto nocivo sobre el krill, debido a la disminución de las algas.
Su importancia radica en que se trata de la fuente primaria de alimento de la ballena franca que suele encontrarse entre la Península Valdés y las aguas de la Antártida. Tal situación afectaría también la producción pesquera debido a que provocaría escasas posibilidades de que los organismos que componen el krill alcancen la edad adulta y puedan reproducirse.
A partir de modelos de simulación desarrollados por científicos, se intenta predecir los efectos que se producirían en los próximos 30 años. El futuro que describen los investigadores es por lo menos preocupante dado que indican que son practicamente inevitables: las tendencias muestran que la temperatura media del planeta podría aumentar entre 1.4º C y 5.8º C para el año 2100 y el nivel medio del mar ascendería entre 9 y 88cm.
FUENTE
http://www.universia.com.ar/
http://www.concienciaporelambiente.blogspot.com/
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