La plaza “Hernán
Soto”, es uno de los dos espacios públicos del barrio Máximo Abásolo, sin
embargo el descuido se apropió de ella. Los vecinos reclaman la reparación de
los juegos y la forestación del sector, que ahora esta rodeado de desechos
cloacales.
La plaza fue
inaugurada el 2 noviembre de 2006, esta ubicada sobre calle Bruno Pieragnoli y
Porcel, entre Rucci y Garcés, en el barrio Máximo Abásolo, límite con el barrio
San Cayetano.
Demandó entonces una inversión de poco más
de 238.000 pesos, la misma tiene un recorrido peatonal con
circulaciones interiores y en su momento tuvo
forestación, además tenía áreas de juego, una cancha y bancos
distribuidos en diversos sectores. Es una plaza pequeña pero podría ser
acogedora, y hoy es necesario contar con ella, según indicaron los vecinos.
Después de ser inaugurada, ante la falta de
atención del municipio, la mamá de Hernán, Marcela Muñoz cuidaba de ella. Sin
embargo con el tiempo se cansó. Otra vecina colaboró con esta tarea pero
ocurrió lo mismo.
ESTADO DE SITUACION
Virginia Llancalahuen vive
muy cerca de la plaza y planteó lo importante que es para los habitantes de esa
zona contar con un espacio verde comunitario. “Tengo una nieta y los días calurosos como los de ayer me
pregunto a donde llevarla. Por qué tengo que ir al centro o recorrer kilómetros
para tener una lugar lindo y público para ir”.
La situación de
la plaza empeoró desde que los líquidos cloacales que se desbordan en la zona
fueron derivados allí, en uno de los sectores con frecuencia se hace una laguna
que acumular barro. Al adoquinar en la calle Ramón Lorenzo se saneó el sector,
pero no se solucionó el problema de fondo por lo que los líquidos cloacales
ahora se concentran en la plaza. “Es muy feo, la plaza hoy es una tarea pendiente. En
estos años no se acercaron ni a poner un arbolito, los juegos no están sanos. Los
chicos se juntan por ahí a la noche y es verdad que no se cuida pero tienen que
haber maneras de garantizar la seguridad”, indicó otra de las vecinas. Muy
cerca de esta zona, sobre calle Huergo, al lado de las instituciones del
barrio, como la comisaria y el centro de salud hay otra plaza en total estado
de abandono. En ese sector los vecinos también pedían la construcción de un destacamento
de bomberos “que hace mucho falta en el barrio, pusieron juegos pero no se
mantuvo entonces ahora es un baldío”, indicó otro de los vecinos.
MEMORIA
La plaza
“Hernán Soto”, forma parte de la memoria emotiva del barrio, pero también de la
ciudad. De esta forma se busca mantener viva la esperanza del niño que
desapareció el 1° de enero de 1997, en el camping San Carlos. En ese lugar,
Hernán jugaba al fútbol antes de desaparecer cuando
tenía 10 años. Luego de almorzar, él se había
ido con los primos a la pileta y después fue solo a la proveeduría a comprarse
una gaseosa. Esa fue la última vez que vieron a Hernán, el hijo mayor de los
Soto. En ese momento la familia se componía por Rodrigo, Alejandro, Cinthia y Esteban. Hernán es uno de los 52
niños y jóvenes que desaparecidos en la provincia del Chubut, según Registro
Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas.
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